La escala Beaufort y los vientos del Mediterráneo
Existen desde el principio de los tiempos. Se producen por las diferentes temperaturas de las distintas capas de aire y por los cambios en la presión atmosférica. Estamos hablando de los vientos. Aquellos que facilitaron el comercio entre todos los pueblos del Mediterráneo mucho antes de que aparecieran “nuevos mundos” y modernos medios de locomoción. A veces afables y otras terribles, los vientos fueron durante siglos, junto con la pericia de quienes gobernaban las antiguas embarcaciones, necesarios en la vida y el progreso de civilizaciones, facilitando el transporte de alimentos, materias primas, guerreros, noticias y sueños.
La aparición del viento en el mar alejaba o acercaba a los navegantes de sus destinos, y la ausencia de viento, la calma, hacia que el tiempo se detuviese quedando las embarcaciones a merced de un mar inmenso que les rodeaba por todas partes.
El viento llega al mar modificado por la orografía terrestre, las montañas y los valles cambian la dirección y la velocidad de los vientos. Actualmente, los aparatos de medición de la velocidad del viento, llamados anemómetros, nos dan la velocidad exacta del mismo. Para hablar de la velocidad del viento y de su influencia sobre el estado del mar se creó una escala de fuerzas llamada Beaufort. Según esta escala, distinguimos hasta 13 fuerzas del viento:
Beaufort | Velocidad del viento en nudos | Estado del mar |
Fuerza 0 | < 1 | Calma |
Fuerza 1 | 1-3 | Pequeñas olas sin espuma |
Fuerza 2 | 4-6 | Pequeñas crestas |
Fuerza 3 | 7-10 | Pequeñas crestas rompientes |
Fuerza 4 | 11-16 | Borreguillos numerosos y olas más largas |
Fuerza 5 | 17-21 | Olas medianas y borreguillos más abundantes |
Fuerza 6 | 22-27 | Olas grandes con crestas rompientes |
Fuerza 7 | 28-33 | Mar gruesa |
Fuerza 8 | 34-40 | Olas grandes rompientes |
Fuerza 9 | 41-47 | Olas muy grandes rompientes |
Fuerza 10 | 48-55 | Olas muy gruesas con grandes crestas |
Fuerza 11 | 56-63 | Olas enormes y visibilidad muy reducida |
Fuerza 12 | > 64 | Olas enormes y visibilidad nula |
Gracias a esta escala, podemos calibrar las condiciones que nos vamos a encontrar. La decisión de salir a navegar depende de nuestra experiencia y del barco que manejamos, ya que cada barco es diferente a la hora de responder mejor o peor en distintas condiciones.
Debido a la importancia de los vientos para los navegantes a través de los tiempos sucede que en cada zona el viento recibe un nombre, a menudo en concordancia con el lugar geográfico de donde proviene aunque en otras ocasiones se le asigna un nombre local. Por ejemplo, los vientos provenzales en la Costa Brava son aquellos que soplan desde La Provenza y el famoso Gregal, o viento del nordeste, cuyo nombre hace referencia a su procedencia, Grecia.
Otros de los nombres de los vientos que podemos fácilmente escuchar en el Mediterráneo son:
- Tramontana (viento del norte): fuerte, frío y seco es muy llamativo en la Costa Brava, Menorca y norte de Mallorca.
- Gregal (viento del nordeste): más común en invierno, se hace notar con mayor intensidad en las costas de Sicilia y Malta y especialmente en el Mar Jónico.
- Levante (viento del este): de mayor intensidad en primavera o en otoño, suele llegar a las costas mediterráneas españolas con nubes, lluvia y, debido a la larga distancia que recorre, mucho oleaje.
- Siroco (viento del sureste, proveniente del continente africano). Puede soplar con extrema violencia y, aunque parte seco de la costa africana, llega al sur de Francia cargado de humedad.
- Mediodía (viento del sur). Al igual que el Siroco, procedente de África, entra en el mar seco y se va cargando de humedad en su recorrido por el mar.
- Lebeche y Garbí (vientos del suroeste). El Lebeche es más común, suele soplar con mayor intensidad al finalizar el verano. Garbí es un viento térmico de la costa catalana.
- Poniente (viento del oeste). Al contrario que el Levante, el Poniente no provoca grandes olas cerca de la costa mediterránea peninsular española y va aumentando a medida que nos alejamos hacia el este.
- Mistral (viento del noroeste): fuerte, frío y seco, este viento es predominante en el Golfo de León y el Golfo de Génova. Su dirección está influenciada por los Alpes y se canaliza por el Valle del Ródano.
El viento será algo a tener en cuenta tantos si navegamos en un barco de vela como en un barco de motor. Navegando en un barco de vela buscaremos vientos favorables que nos acerquen a nuestro destino y, por el contrario, si navegamos en un barco de motor, evitaremos vientos que originan olas y hacen la navegación más incómoda. Así que, en un sentido o en otro, el viento siempre será importante. Todo navegante debe conocer los distintos tipos de viento, sus diferentes fuerzas y su influencia sobre el rumbo de la navegación.