Propulsión Waterjet
Una embarcación con propulsión por turbinas, o “waterjet”, avanza gracias a expulsar hacia atrás un chorro de agua que sale por el extremo posterior de la turbina.
La turbina absorbe el agua por una entrada situada en el fondo de la embarcación, la acelera por medio de un impulsor y expulsa el agua por una tobera que reduce la sección de salida del chorro aumentando así la presión (efecto Venturi) y, en consecuencia, la velocidad.
El gobierno se consigue gracias a que la tobera es orientable, dirigiendo el chorro de salida hacia una banda u otra podremos cambiar la dirección de empuje haciendo que la embarcación gire.
Para ir marcha atrás se dispone de un codo tras la tobera que, bajándolo, invierte la dirección del flujo de salida, dirigiéndolo hacia delante.
Hélices convencionales
Una vez hemos visto las características principales de la propulsión waterjet, vamos a compararla con las hélices convencionales.
El funcionamiento de las hélices convencionales es más sencillo e intuitivo. Para ello hay que distinguir dos conceptos en las palas de una hélice: cara pasiva y cara activa. La cara pasiva es la que recibe el flujo de agua cuando el barco está en movimiento y la cara activa es la que lo empuja mediante la rotación de la hélice, creando el movimiento propulsivo que hace avanzar la embarcación.
El sistema de gobierno depende del sistema de propulsión que haya instalado en la embarcación, pero lo más normal es que funcionen mediante un timón situado a una distancia razonable de la hélice que altera la dirección del flujo de agua expulsado por la hélice.
Propulsión Waterjet versus Hélices convencionales
La ventaja principal de la propulsión waterjet frente a las hélices es que cuenta con una gran capacidad de maniobrabilidad debido a la gran eficiencia propulsiva que presenta este sistema, haciendo también que se reduzcan considerablemente las vibraciones al navegar.
Otro punto a favor es que al girar la hélice, ésta impulsa agua que impacta en la popa del barco o en una de las caras del timón, haciendo que el buque se desplace en función del sentido de rotación de la hélice, de forma que la proa o la popa caigan a babor o a estribor. Este efecto no está presente en la propulsión waterjet, por lo que el rumbo será lo mas lineal posible.
Por último, cabe destacar que las turbinas presentan muchos menos problemas de cavitación comparado con las hélices convencionales.