Te proponemos una travesía de 7 días a una de las islas más bellas del mundo
Con unos cuantos días para disfrutar por delante y la embarcación de vela a punto, ha llegado el momento. Llega la recompensa a las largas jornadas de trabajo del año. Por fin podemos escaparnos a una isla que, por sus características, se puede considerar una de las más bellas del mundo. Vamos a ir navegando desde la costa catalana hasta Mallorca y, mientras tanto, disfrutaremos del paisaje, de los fondeados y ¡de la compañía!
La travesía tendrá aproximadamente 100 millas de recorrido desde Marina Port Premià y nuestro punto de arribada será la Bahía de Sóller.
Día 1: de Marina Port Premià a Sa Calobra
Reunimos a nuestra tripulación en Marina Port Premià. Allí, aprovecharemos para explicarles el recorrido que haremos durante nuestra travesía mientras tomamos algo y cogemos fuerzas para empezar nuestra aventura.
Zarpamos después de la comida. Tardaremos entre 15 y 20 horas en llegar así que, si todo va bien, mañana podremos darnos un baño en aguas mallorquinas. Nuestro destino se encuentra a unas 100 millas y rumbo sur sureste (170º).
Probablemente, la luna nos acompañará durante toda la noche, creando un entorno mágico en el que poder conversar con nuestra tripulación: pareja, amigos, familiares, etc.
Cuando navegamos de noche es fundamental evitar maniobras comprometidas. Además, debemos tener a mano el chaleco salvavidas, el arnés, una linterna o frontal y un cuchillo. También es importante establecer guardias nocturnas para garantizar la seguridad en nuestra travesía.
A una media de algo más de 6 nudos, la travesía se convertirá en un placido vaivén de 16 horas y, sobre la 9 de la mañana, podemos sorprender a nuestra tripulación con un fondeo en Sa Calobra a 6 millas al norte de la Bahía de Sóller.
Día 2: Sa Calobra y el Torrent de Pareis
Sa Calobra es un precioso lugar de acantilado rocoso y profundo fondo de arena, protegido de viento del sur y abierto al norte. Cuando lleguemos, sobre las 9 de la mañana, este lugar estará poco concurrido, de modo que el despertar de nuestros tripulantes con el ruido de la cadena filando será inolvidable. Les sorprenderá un paraje único donde podrán descansar el resto del día. Podemos, o bien desembarcar en la playa o bien ir nadando, y dar un paseo en el final del Torrent de Pareis (antes de que se llene de gente).
En Sa Calobra pasaremos la segunda noche.
Día 3: de Sa Calobra a la Bahía de Sóller
Ya hay ganas de tocar tierra, así que ponemos rumbo a la Bahía de Sóller. De camino, a unas dos millas de Sa Calobra, descubrimos otra cala de aspecto fantástico y que -como toda esta costa- está dorada con el macizo de la Tramontana y sus cumbres. Recurrimos rápidamente al derrotero y anotamos que Cala Tuent (así es como se llama) queda pendiente.
La Bahía de Sóller nos protege tanto de vientos del Norte como del Sur y del Este así que la noche va a ser tranquila. Pero antes de hacer noche, tenemos pendiente una visita obligada por Sóller, un municipio realmente acogedor.
Día 4: de la Bahía de Sóller a la de Andratx
Al día siguiente nos dirigiremos hacia el sur con una parada temprana en Sa Foradada, a sólo 4 millas de Sóller. De nuevo toda la tripulación disfrutará de un fondeo en un lugar privilegiado.
Continuando hacia el sur y, a no más de 16 millas de Sa Foradada, llegamos a uno de los 4 puntos geográficos de los que nos hablan los partes meteorológicos, la isla Dragonera. El paso entre ésta y Mallorca es navegable, sin perder de vista la profundidad. Desde el paso hasta la Bahía de Andratx ya sólo quedan escasas 3 millas, así que podemos fondear cerca de la isla Dragonera antes de acabar el día en Andratx donde dormiremos la cuarta noche bien protegidos.
La decisión de llegar a fondeaderos y calas de día temprano, facilita nuestra maniobra de fondeo ya que estos lugares están poco concurridos a primera hora de la mañana.
Nuestro objetivo de mañana por la mañana es Portals Vells.
Día 5: de la Bahía de Andratx a Palma
Portals Vells está a una 10 millas de Andratx y ya dentro de la Bahía de Palma.
La idea es un fondeo tranquilo y esperar la visita del Embat (viento térmico del Suroeste) que con este calor debería llegar al mediodía. Navegaremos de un lado al otro de la Bahía sin quitar ojo de muchos de las distintas embarcaciones que salen desde Palma a disfrutar del viento.
El día será intenso y el Embat, formal y correcto como siempre, se retirará con la caída del sol y nos invitará a entrar en Palma para nuestra quinta noche. Mañana no saldremos pronto, visitaremos un poco la ciudad y nos avituallaremos. Nos hemos ganado un merecido descanso y todavía queda tiempo por delante.
Día 6: Palma y faro de Porto Pi
Hoy visitaremos Palma. Entre las muchas curiosidades que envuelven esta ciudad se encuentra el faro de Porto Pi, desconocido para muchos. Se trata del tercer faro más antiguo del mundo todavía en funcionamiento y que, curiosamente, se puede visitar de forma guiada una vez por semana. Un tour dirigido por un antiguo farero que trasmite auténtico amor y pasión por lo fue su vida, dedicada al mantenimiento y vigilancia de faros.
Después de unas horas de descanso en tierra–y sin desear acabar esta travesía- partimos de la Bahía de Palma. Por delante nos quedan unas 120 millas, delfines y otra noche de conversaciones infinitas durante las guardias. El único consuelo a esta ya “depresión posvacacional” es recordar todos los lugares vistos y los grandes momentos pasados en el barco.
Día 7: de Palma a Marina Port Premià
Tras 20 horas de navegación de vuelta, llegamos a Marina Port Premià, hacemos repaso de nuestra aventura y planeamos nuestra próxima salida náutica.
Todavía nos queda toda la Costa de Levante por conocer…
IMPORTANTE: aunque tengamos planeada la travesía con semanas de antelación, es esencial que consideremos las condiciones meteorológicas. Debemos consultar el parte meteorológico a tres días vista. Como responsables de la embarcación y de la tripulación, debemos saber que lo principal es garantizar la seguridad de las personas que viajan a bordo. Por tanto, si las condiciones del mar y del viento son realmente desfavorables, tendremos que cancelar la travesía o posponerla.
Esta magnífica ruta desde la costa catalana se ha planteado con una embarcación a vela, aunque sin ningún problema se puede disfrutar con una embarcación a motor. Eso sí, hay que tener en cuenta la autonomía del barco, en base a la capacidad de los tanques de gasoil y el consumo. En este caso, habrá que mirar con detalle la presencia de gasolineras donde repostar.
Por otra parte, si en el caso de la embarcación a vela buscamos algo de viento que nos acompañe en la travesía, el propietario de una embarcación a motor estará deseando que el viento no aparezca y su travesía se realice con el mar en calma. Además, si se trata de una embarcación cuya velocidad de crucero se acerca o supera los 20 nudos -lo cual es bastante normal en muchas embarcaciones de motor- el tiempo de travesía se reduce de tal manera que, partiendo de la costa catalana temprano, llegaremos a la costa mallorquina en unas 5 ó 6 horas. A menos que queramos un menor consumo de combustible o tratar de pescar durante el camino, para lo cual bajaremos la velocidad a una más similar a la de un barco de vela. Esto dependerá de las preferencias de cada navegante. El mar nos deja que lo disfrutemos de maneras diferentes y no seremos nosotros quienes juzguemos la validez de cualquiera de ellas.